En este artículo:
- Las ventajas de los calefones
- Las ventajas de un calefón a gas
- Gas natural, butano y propano: ¿para qué sirven?
- ¿Cómo funciona un calefón a gas?
- ¿Cómo elegir el calefón adecuado?
Disponer del mejor calefón a gas puede ser la forma más rentable de obtener agua caliente a demanda.
Hay pocas cosas en nuestros hogares tan convenientes como el acceso inmediato a un suministro prácticamente ilimitado de agua caliente. De esta manera, tiene todo el sentido elegir el mejor calefón a gas posible para cubrir todas las necesidades de agua caliente de nuestra casa.
Las ventajas de los calefones
Tener un calefón tiene muchas ventajas en comparación con un termotanque. Un calefón simplemente calienta el agua cuando se la necesita.
En lugar de utilizar una enorme cantidad de energía para mantener el agua caliente durante todo el día, el calefón calienta el agua bajo demanda. Esto significa que se tiene un suministro verdaderamente interminable de agua caliente.
Como este tipo de artefacto no requiere un gran depósito para mantener el agua caliente, también se ahorra espacio. El diseño compacto es altamente eficiente y reduce el uso de energía.
Estos artefactos pueden instalarse en un armario, en una pared exterior o en otro lugar conveniente dentro de la vivienda.
La longevidad de un calefón es de unos 20 años, que es casi el doble de la esperanza de vida de un termotanque.
Las ventajas de un calefón a gas
Todos los calefones que funcionan con gas tienen tres grandes ventajas:
- Agua caliente ilimitada sin necesidad de tanque o depósito. La ausencia de depósito significa que se puede ahorrar espacio, que el hogar tiene un aspecto más agradable y, lo que es más importante, que se puede estar tranquilo en lo que respecta a todas sus necesidades de agua caliente.
- Funciona con gas natural. El gas natural suele ser la fuente de energía más viable económicamente para un calefón. Las otras alternativas (electricidad, butano o propano) pueden duplicar el costo de calentar el agua. Los calefones a gas tienen un costo inicial más elevado; sin embargo, ese mayor gasto se amortiza fácilmente a lo largo del año, ya que los costos de calentamiento de agua por este medio siguen siendo muy atractivos en gran parte del territorio nacional.
- Los calefones a gas tienen una mayor capacidad que los eléctricos.
Gas natural, butano y propano: ¿para qué sirven?
Debemos tener presente que existen distintos de gases con diferentes capacidades caloríficas. Este tema es especialmente importante cuando hay que determinar el tipo de energía del que se dispone para el calefón que se elija.
- El gas natural mencionado más arriba es un combustible que se distribuye por medio de tuberías ubicadas bajo tierra, que llegan hasta nuestras casas. El gas natural es utilizado para consumo doméstico y como combustible industrial. Como ya se ha dicho, es la fuente de energía más económica.
- El gas butano es el que contienen las garrafas de la empresa argentina de energía. Tiene un poder calorífico de 12.300 kcal/kg y gasifica a temperaturas mayores a 0 °C.
- El gas propano es el que contienen los tubos de gas de la misma empresa. Tiene un poder calorífico de 11.900 kcal/kg y su ventaja es la de gasificar con una temperatura de hasta 42 °C bajo cero, siendo la mejor opción para aquellas zonas muy frías.
¿Qué tipo de gas envasado dura más: el butano o el propano? Dándole un uso similar a envases similares, el propano dura más que el butano. El motivo es que ocupa mucho menos espacio. Es decir, una garrafa de propano contiene más gas porque en estado líquido ocupa menos espacio que el butano.
Es necesario tener presente que, como todo artefacto a gas, un calefón alimentado a gas debe tener ventilación al exterior.
Por último, de acuerdo al tipo de gas que se utilice se necesitarán diferentes picos de gas en el calefón. Este tema, aunque no complicado y, menos aún imposible, debe ser atendido por un técnico especializado.
¿Cómo funciona un calefón a gas?
Cuando se abre una canilla de agua caliente o se pone en marcha el lavavajillas, el calefón a gas reconoce la necesidad de agua caliente e inicia el proceso de calentamiento.
El gas natural se utiliza para calentar los quemadores, que a su vez calientan el agua entrante. Todo el proceso, desde que usted abre la ducha hasta que el agua caliente llega a la alcachofa, dura menos de 10 segundos.
Cuando cesa la demanda de agua caliente, la unidad se apaga y deja de consumir energía, esperando hasta que se requiera más agua caliente.
El resultado final: agua caliente que no se limita a lo que hay en el depósito.
El proceso es bastante fácil de entender.
Funcionamiento de un calefón a gas
¿Cómo elegir el calefón adecuado?
Todos los calefones a gas de primera categoría ofrecen 3 métricas clave a considerar antes de la compra.
Entre ellas se encuentran:
- Capacidad (en LPM (litros por minuto/caudal máximo de agua) o BTU). Un calefón a gas puede manejar las necesidades de agua caliente de la mayoría de los hogares. Suelen tener un caudal máximo de 6-9 LPM. Para los hogares más grandes, buscar calefones de más de 10 LPM con 180.000-199.000 BTU.
Para los hogares más pequeños, un calefón de 6-7 LPM de flujo máximo de agua puede ser apropiado.
Conviene recordar que siempre es mejor elegir un calefón un poco más potente para estar cubierto.
- Eficiencia energética (medida por la clasificación del factor energético o EF). Un calefón promedio tendrá una clasificación EF de 0,8 a 0,9. Esto significa que el 80% o incluso el 90% del gas natural se utilizará para el calentamiento del agua (con una pérdida de energía del 10% al 20%).
Los calefones más eficientes energéticamente pueden superar una clasificación EF de 0,9. Esos son los mejores porque tienen menos del 10% de pérdida de energía.
- El costo inicial de los calefones a gas puede ser relativamente alto, pero, como contrapartida, estos tienen una alta eficiencia energética y una larga vida útil. Consecuentemente, serán más baratos a largo plazo debido al ahorro de gas natural durante su tiempo de servicio.
Como se puede apreciar, decidirse por la compra de un calefón a gas es un proceso que implica cierto conocimiento previo que tiene que ver con el que se puede leer en el post de hoy.