¿Cuál es el mejor sistema de calefacción para tu casa? Invierno 2022 (Parte II)

Calefactor SURREY 26000 calorías a gas F9MES100

En este artículo:

  1. Caldera de gasoil + radiador o piso radiante
  2. Caldera eléctrica + radiador o piso radiante
  3. Calefactores eléctricos
  4. Calefactores a gas
  5. Estufas de biomasa (leña y pellets)
  6. Conclusión

Esta es la segunda parte del artículo sobre ¿Cuál es el mejor sistema de calefacción para tu casa?, publicado la semana pasada. Después de haber mencionado el sistema de aire acondicionado y la caldera a gas, pasaremos a mencionar estos otros sistemas super adecuados para las diferentes necesidades que cada uno pueda tener.

Caldera de gasoil + radiador o piso radiante

Las calderas de gasoil no son de las opciones más populares hoy en día. Son una tecnología sucia y nada amigable con el medio ambiente. El único atractivo que tienen es que es un sistema alternativo a las calderas de gas en aquellas zonas a donde el gas no llega.

Como principal ventaja se puede mencionar su buen rendimiento, ya que levanta temperatura y calienta a gran velocidad. Como desventajas, su precio –que suele ser muy alto ya que, al no tener un suministro como el gas o electricidad de red, transportarlo y almacenarlo es oneroso.

Al igual que las calderas a gas, las calderas de gasoil se pueden usar tanto para calefaccionar el hogar como para proveerlo de ACS (agua caliente sanitaria) todo el año.

 Caldera eléctrica + radiador o piso radiante como el mejor sistema de calefacción para tu casa

Una caldera eléctrica es uno de los mejores sistemas de calefacción para tu casa. Estas calderas calientan el agua mediante electricidad, evitando así problemas de pérdidas de gas o intoxicaciones por monóxido de carbono. De lo mejor de esta tecnología es que no necesariamente dependemos de que el suministro eléctrico llegue a nuestra zona, ahorrándonos, de esta manera, el gasto de instalación de red. Tenemos la opción de autoabastecernos de energía mediante energía solar o eólica, más allá, por supuesto, del suministro eléctrico.

Como las calderas a gas y a gasoil, estas calderas nos proveen de calefacción y ACS durante todo el año.

Calefactores eléctricos

La calefacción eléctrica es respetuosa con el medio ambiente, preservando los recursos naturales. Como las calefacciones eléctricas no dependen de la combustión de combustibles fósiles, no se libera dióxido de carbono a la atmósfera. Tampoco generan emisiones eliminando así el riesgo de fugas de gas.

Aparte de los efectos secundarios obvios, como la sequedad de la piel, estos calefactores queman el oxígeno del aire para calentar los ambientes. Incluso las personas que no tienen problemas asmáticos, pueden experimentar somnolencia, náuseas y dolores de cabeza en las habitaciones con calefactores convencionales.

Brevemente, aquí explicamos cómo funcionan los diferentes tipos de calefactores en cuanto a niveles de humedad y oxígeno:

  • Los calefactores de radiación y de aceite queman oxígeno para calentar la habitación.
  • En los calefactores de ventilador, el aire es empujado sobre una bobina caliente y sale en forma de aire caliente.
  • El caso de los calefactores infrarrojos también es similar.

En resumen, los ventiladores y los calefactores infrarrojos reducen los niveles de oxígeno y humedad, motivo por el cual hay que tener la precaución de contar con un humidificador de ambientes y con ambientes bien ventilados. Si bien es cierto que cuando hace frío la sensación de estar calentito es maravillosa, debemos considerar ventilar los ambientes convenientemente.

Calefactores a gas

Dado que la calefacción a gas produce más calor que un calefactor eléctrico, los calefactores a gas calentarán los espacios más rápidamente y utilizarán mucha menos energía. Además, en aquellas zonas donde hay gas natural, el gas suele ser más barato que la electricidad –aunque esto no es siempre así, lo sabemos- lo que significa que el gasto de funcionamiento de un calefactor a gas es generalmente más bajo que si se toma la energía de la red eléctrica.

A lo que se le debe prestar mucha atención es a los efectos tóxicos que el gas pueda causar en la gente y animales al privar al cuerpo de oxígeno y perjudicar el pensamiento y los reflejos. Los niveles de monóxido de carbono aumentarán en una casa en la que se utilice un calefactor de gas. Un calefactor mal instalado, o un calefactor en una habitación con falta de aire fresco, puede causar niveles excesivos de CO, y puede provocar una intoxicación por monóxido de carbono.

Una de las partes más importantes del servicio técnico del calefactor de gas es una revisión de monóxido de carbono para estar seguros de que el artefacto esté funcionando bien. La intoxicación por monóxido de carbono – un gas incoloro, no irritante, sin olor o sabor- puede causar dolores de cabeza, fatiga e incluso puede matar.

Estufas de biomasa (leña y pellets)

Las estufas de biomasa son otra de las alternativas cuando no disponemos de suministro de gas natural en casa. Este tipo de estufas, además, tienen un gran poder calorífico y generan muy pocos residuos.

Por otro lado, necesitamos comprar y estar constantemente abastecidos de la leña o los pellets y necesitamos disponer de un cierto espacio para almacenarlos.

La biomasa es un combustible renovable procedente de residuos orgánicos y biológicos como las estufas de leña, los huesos de aceituna, cáscaras de frutos secos, restos forestales o las conocidas estufas de pellets que utilizan aserrín compactado en forma de pellets.

Estas estufas son adaptables y ofrecen la facilidad de funcionar como sistemas de calefacción centrales, enviando el calor a todos los ambientes de la vivienda.

Se las conoce como estufas ecológicas porque emiten muy poca cantidad de humo.

Pueden ser el mejor sistema de calefacción para aquellas casas situadas en el campo o montaña y personas con una alta conciencia ecológica.

Necesitan de una instalación previa.

calefacción central a leña

Estufa a leña

Conclusión

Como vemos, hay una gran variedad de tecnologías entre las que elegir el tipo de calefacción que nos conviene.

Lo prudente es tener en cuenta todos aquellos factores que afectan a la realidad de cada uno, ya que el sistema de calefacción que funciona para otra persona puede no ser el mejor para nosotros.