Eficiencia energética y calidad del aire interior: ¿pueden ir de la mano?

Eficiencia energética y calidad del aire interior

En este artículo:

  1. Eficiencia energética
  2. Calidad del aire interior
  3. Conclusión

Eficiencia energética y calidad del aire interior: ¿pueden ir de la mano?

El gasto de calefacción y refrigeración de un hogar promedio argentino representa  alrededor del 40% de la factura de energía. Mientras que la demanda de energía del sector residencial argentino es del 24% del total nacional. Estos porcentajes se refieren a la producción de energía que requiere, mayormente, la quema de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo, lo que contribuye a la contaminación del aire y genera grandes cantidades de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático.

A estas alturas, probablemente te estés preguntando qué relación tiene esto con la eficiencia energética y calidad del aire interior de nuestros hogares. Veamos.

Eficiencia energética y calidad del aire interior

Eficiencia energética

Existen dos grandes factores que impactan en la eficiencia energética de tu hogar. Son factores muy importantes que hay que tener en cuenta, no solo en tu propia casa, sino también cuando quieras mudarte a otro inmueble. Los factores son:

  1. El diseño y calidad de la construcción

  2. Los equipos de calefacción y refrigeración utilizados en la vivienda

Cuando nos referimos al punto 1, hacemos referencia a la mejora de la eficiencia energética de los edificios. Esto suele implicar el sellado y otras técnicas de impermeabilización para reducir fugas de aire y la pérdida de temperatura  a través de paredes y puertas mal aisladas.

En general, podemos decir que las construcciones más modernas ponen más énfasis en el ahorro energético en el edifico, haciendo uso de materiales y diseños más eficientes. En tanto que las construcciones más antiguas no concebían la importancia y la necesidad de un buen diseño y del uso de materiales de construcción que contribuyeran a una buena eficiencia energética.

El punto 2 es igualmente relevante y hace referencia a los sistemas de calefacción y aire acondicionado anticuados. Aunque las casas nuevas suelen estar diseñadas para conservar la energía, puede que no ocurra lo mismo con las casas más antiguas del mercado. Si decidís no actualizar tu sistema de climatización, corrés el riesgo de que las  facturas de energía sean elevadas a largo plazo. Es imposible plantearse pagar facturas de energía bajas cuando tenemos sistemas anticuados. Dentro de las posibilidades de cada uno, la mejor opción es siempre mantenerse actualizado con los equipos de climatización (HVAC).

Calidad del aire interior

La calidad del aire interior de las viviendas es un tema antiguo. En el siglo XX se trataba como el Síndrome del Edificio Enfermo.

Sin embargo, en estos tiempos de pandemia, los problemas de la calidad del aire interior han adquirido una importancia creciente.

Existen múltiples causas que contaminan el aire del interior de las viviendas. Estas son:

  1. La humedad

  2. La ventilación inadecuada

  3. Las partículas y sustancias químicas procedentes de diversas fuentes

  4. El humo del tabaco

  5. Los equipos de calefacción y refrigeración utilizados en la vivienda

En mayor o menor medida, la humedad (1) es inherente a casi todas las viviendas; especialmente en los edificios más antiguos, cuando el aislamiento era un problema menor, no porque no existiera la humedad, sino porque simplemente no se trataba. Hoy en día, controlar la humedad es un asunto crucial para combatir la mala calidad de aire interior.

Aunque parezca difícil de creer, la ventilación inadecuada (2) suele ser una cuestión recurrente. No todas las personas optan por ventilar sus casas a diario.

Algunos piensan que abrir las ventanas ensucia el interior o que se pierde la temperatura interior. La realidad es que una buena ventilación que permita la renovación del aire solo requiere unos minutos. Esta acción no modifica los parámetros térmicos de forma significativa y, en cambio, mejora la calidad del aire interior.

Los puntos 3 y 4 están estrechamente relacionados con una buena ventilación. Todas las casas están llenas de pequeñas partículas procedentes de aerosoles, pinturas y esmaltes (¡incluso el de uñas!) que son muy tóxicos. También hay humos de tabaco y de cocina que contaminan el aire interior. Solamente con una ventilación adecuada se pueden eliminar estos componentes no deseados.

El punto 5 menciona los equipos de calefacción y refrigeración utilizados en la casa. Es realmente maravilloso cómo se renueva la tecnología. Un aparato que era de última generación hace únicamente unos años se considera ahora viejo e ineficiente. Por eso, todos los equipos de aire acondicionado de los edificios antiguos no son atractivos hoy en día. Suelen ser pesados,  ineficientes y muy contaminantes.

Hoy en día, el mercado de la climatización ofrece excelentes opciones que contribuyen tanto al ahorro como a la reducción del impacto ambiental y de la calidad del aire interior.

Conclusión

Un compromiso con cada uno de los puntos anteriores contribuiría a reducir el 40% del gasto energético generado en el hogar medio de Argentina. Esta reducción de la demanda energética en el sector residencial del país supondría una importante disminución de la quema de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo, que afectan a la contaminación ambiental y a la generación de enormes cantidades de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global.

Y no menos valioso, aumentaría la eficiencia energética de tu hogar. Esto no solo te permite ahorrar dinero, sino que también mejora tu calidad de vida.