¿Deberías dejar tu Termostato en una Temperatura Fija o Cambiarla? 2024

Termostato HONEYWELL PRO 2000 programable

En este articulo:

  1. Ventajas de Dejar tu Termostato en una Temperatura Fija
  2. Desventajas de Mantener tu Termostato a una Temperatura Fija
  3. Cómo mejorar la eficiencia del uso del HVAC
  4. Cómo funciona la Transferencia de Calor
  5. La Manera Más Eficiente de Controlar tu Termostato
  6. Conclusión

El termostato es clave para mantener la temperatura de tu casa cómoda durante los veranos abrasadores y los inviernos fríos. Sin embargo, cada persona parece manejar su termostato de manera diferente: algunos ajustan continuamente su temperatura, cambiándola constantemente (algo parecido a hacer zapping en la televisión), mientras que otros la fijan en una temperatura y casi nunca la modifican.

Ahora, la pregunta es: ¿qué es lo correcto? ¿Deberías dejar tu termostato en una temperatura fija o cambiarla? Si sos de aquellos que constantemente aumentan la temperatura para calefacción en invierno y la bajan para refrigeración en verano, es probable que no estés utilizando la energía de manera eficiente. Te sugerimos que sigas leyendo para descubrir la manera más eficiente de configurar tu termostato.

 

Ventajas de Dejar tu Termostato en una Temperatura Fija

 

Las personas que dejan sus termostatos a temperaturas fijas lo hacen por diversas razones. Algunos simplemente encuentran reconfortante la temperatura constante, mientras que otros no quieren hacer el esfuerzo de cambiarla todo el tiempo. Pero resulta que el único beneficio real de mantener el termostato a una temperatura constante es la conveniencia, realmente no hay beneficios adicionales.

Por otro lado, cuando estás de vacaciones o fuera durante el fin de semana, no mantener la climatización en una casa vacía es lo más eficiente.

Desventajas de Mantener tu Termostato a una Temperatura Fija

 

En la mayoría de los casos, mantener la temperatura del termostato constante tiene como objetivo mantener constante la temperatura dentro de las casas. Por lo tanto, durante el invierno, el interior de la casa tiende a ser más cálido que el exterior, mientras que durante el verano, suele ser más fresco que el exterior.

Sin embargo, dejar el termostato a una temperatura constante puede ser una forma ineficiente de utilizar tu HVAC cuando estás en casa.

Aquí te explicamos por qué:

  • Desperdicio de energía:

Mantener una temperatura constante significa que el sistema HVAC sigue funcionando incluso cuando no es necesario. Por ejemplo, el sistema de calefacción seguirá funcionando para mantener la temperatura estable, incluso cuando estás durmiendo o ausente durante el día. Esto resulta en un desperdicio de energía y aumenta los costos de energía.

  • Fluctuaciones naturales de temperatura:

Aunque mantengas una temperatura constante en el termostato, la temperatura exterior fluctuará a lo largo del día. Esto significa que el sistema HVAC trabajará más para compensar estas variaciones, lo que puede aumentar el consumo de energía y el desgaste del sistema.

  • Necesidades variables de confort:

Tu nivel de confort térmico puede variar durante el día. Por ejemplo, es posible que, en invierno, desees una temperatura más cálida por la mañana y por la noche, pero una temperatura más fresca durante el día. Y, en verano, considerar una temperatura más fresca recién cuando el sol comienza a generar un considerable aumento de calor. Mantener una temperatura constante puede no satisfacer estas necesidades cambiantes y puede resultar en un confort comprometido.

  1. Eficiencia del sistema HVAC: Algunos sistemas HVAC suelen ser más eficientes cuando funcionan en ciclos cortos en lugar de funcionar constantemente. Mantener una temperatura constante puede hacer que el sistema funcione durante períodos prolongados, lo que puede reducir su eficiencia y aumentar el desgaste.

En lugar de dejar el termostato a una temperatura constante, es más eficiente ajustar la configuración del termostato según tus horarios y preferencias de confort. Por ejemplo, podrías programar el termostato para que se ajuste a temperaturas más bajas o más altas cuando estás ausente o durmiendo, y luego volver a una temperatura confortable cuando estás en casa y despierto. Esto puede ayudar a optimizar el uso de energía y reducir los costos de calefacción y refrigeración.

Termostato ambiente SURREY programable 3H2C

Un buen termostato programable se encarga de ajustar la temperatura de los ambientes

Cómo mejorar la eficiencia del uso del HVAC

  1. Programar el termostato: Utilizar programaciones para ajustar la temperatura según las estaciones; es decir, reducir o aumentar la temperatura durante las ausencias y aumentarla o disminuirla cuando estés en casa, dependiendo de la estación del año.
  1. Usar termostatos programables o inteligentes: ¡Muy importante! Estos dispositivos permiten ajustar automáticamente la temperatura según tus preferencias y rutinas diarias.
  1. Optimizar el aislamiento: Asegurarse de que la casa esté bien aislada previene la transferencia de calor, reduciendo la pérdida de calor en invierno y la ganancia de calor en verano, lo que disminuye la carga en el sistema HVAC.

 

Cómo funciona la Transferencia de Calor

 

La transferencia de calor dentro de una casa puede comportarse de manera diferente en invierno que en verano debido a las diferencias en las condiciones climáticas y las estrategias de calefacción o refrigeración utilizadas. Aquí hay una breve explicación de cómo se comporta la transferencia de calor en ambas estaciones:

Invierno:

  • Objetivo: En invierno, generalmente buscamos mantener el interior de la casa más cálido que la temperatura exterior.
  • Transferencia de Calor: La diferencia de temperatura entre el interior y el exterior puede resultar en una pérdida de calor desde el interior hacia el exterior. Para contrarrestar esto, utilizamos la calefacción para mantener una temperatura confortable.

Verano:

  • Objetivo: En verano, nuestro objetivo suele ser mantener el interior más fresco que la temperatura exterior.
  • Transferencia de Calor: La diferencia de temperatura puede provocar la entrada de calor desde el exterior al interior. Empleamos sistemas de aire acondicionado u otras técnicas de refrigeración para contrarrestar este flujo de calor y mantener un ambiente fresco.

En ambos casos, la transferencia de calor sigue las reglas básicas de la termodinámica, pero las cosas que hacemos para controlarla pueden cambiar según la época del año y lo que necesitamos para sentirnos a gusto. También es superimportante tener en cuenta el aislamiento, la ventilación y el tipo de sistema de calefacción o aire acondicionado para hacer que todo funcione de manera eficiente y que estemos cómodos tanto en verano como en invierno.

La Manera Más Eficiente de Controlar tu Termostato

 

Para ayudarte a usar tu HVAC de manera más eficiente y ahorrar dinero en tu factura, hay algunos consejos que podemos darte:

  • Seguir la Rutina de Ocho Horas

La forma más fácil de recordar cambiar la configuración de tu termostato es seguir tu rutina laboral, o una rutina de ocho horas. En otras palabras, cambiá tu termostato a una configuración más eficiente cuando salgas a trabajar y luego volvé a cambiarlo cuando regreses a casa.

Las configuraciones más eficientes reducen la pérdida de energía. En otras palabras, tratá de acercarte lo más posible a la temperatura exterior sin que tu casa sea incómoda. Lo recomendable es colocar el termostato a unos 24 grados centígrados en verano y unos 18 grados en invierno. Estas temperaturas serían la elección eficiente en energía cuando no estás en casa.

Los estudios indican que hacer unos pequeños cambios como estos pueden reducir tu factura de energía en un 15%.

  • El Beneficio del Termostato Programable

 

Ahora bien, si buscás la solución ideal para la eficiencia energética, opta por un termostato programable. Una vez que hayas logrado programar tu termostato correctamente, podrás olvidarte de la rutina de ajustar la temperatura en casa. ¡Este artefacto hará el trabajo!

Conclusión

 

Cambiar la temperatura de tu termostato para adaptarla a las diferentes estaciones y situaciones climáticas, es optimizar la eficiencia energética de tu sistema de calefacción o aire acondicionado. Ajustar la temperatura según las necesidades específicas contribuye a un uso más eficiente de la energía y, en consecuencia, permite que ahorres dinero en tus facturas de energía.